Nadie está exento de tener una emergencia económica. Los problemas de dinero están a la orden del día. Un imprevisto, una situación inesperada, un gasto de último momento, una notificación de cobro, entre otros, suelen ocasionar ansiedad o preocupación. No es para menos, pero, ¿cómo solucionar estos problemas de forma rápida?
La solución más rápida y efectiva es un préstamo online. No solo están de moda, sino también son fáciles de pedir. El papeleo es mínimo, la aprobación es inmediata, se pueden solicitar desde la comodidad del hogar, etc. Son verdaderos auxilios económicos, sobre todo, cuando se trata de una emergencia.
Algunos detalles que debes considerar
Un experto en finanzas dijo una vez: “¿Quién quiere construir una casa no se sienta antes a calcular los gastos y ver si tiene suficiente para terminarla?” Lección: antes de iniciar cualquier proyecto o emprender un gasto (préstamo), hay que evaluar con detenimiento todos los factores implicados.
El mismo principio es aplicable cuando hay que pedir un préstamo, indistintamente del tipo o cantidad que sea. A continuación, se destacan algunos consejos que hay que tener en cuenta antes de dar ese paso:
- Estudia tu situación financiera. Es importante que seas honesto contigo mismo. Lo primero que debes hacer es evaluar los gastos e ingresos mensuales que tienes a fin de determinar si podrás hacer frente a una nueva deuda. Y no solo eso. También debes asegurarte de poder hacer la completa devolución del mismo, así como la cantidad de dinero que puedes aportar para amortizar el préstamo cada mes.
- Compara distintas ofertas. Un detalle fundamental que no debes pasar por alto es hacer comparaciones entre diferentes entidades, ya que cada una tiene condiciones diferentes en cuanto a intereses y comisiones. Aunque parezca irrelevante, es importante hacer la comparación, ya que hay algunos mejores que otros, así que no te apresures a decidir.
- Justifica el préstamo. Siempre que vayas a pedir un préstamo, procura que sea para hacer frente a un gasto justificado, sólo así será una verdadera solución financiera en vez de un ahogo económico. Asegúrate de tener un presupuesto razonable de cómo vas a utilizar ese dinero.
- Pide la cantidad necesaria. Si pides más dinero del que necesitas, lo más seguro es que terminaras por empeorar tu situación financiera. Recuerda que quieres solucionar un problema puntual de dinero. Las cantidades mínimas se obtienen más rápido y son más fáciles de devolver.
- Evita pedir dinero para pagar otro préstamo. Siempre que puedas evitarlo, no recurras a la financiación para pagar otro préstamo anterior. En realidad, estarías complicando aún más tu situación financiera, además sería poco responsable. En última instancia, si no tienes otra alternativa, considera las desventajas de esta opción.
- Evita los retrasos. Pedir un préstamo implica un compromiso formal. Los incumplimientos de pago pueden elevar la cantidad de devolución. Un retraso de un día, pudiera acarrear penalizaciones (intereses de demora). Si la situación es recurrente, las implicaciones pueden ser más serias: desde ser incluido en listado de morosos hasta acciones legales.
Si sigues estos prácticos consejos, no tendrás que pasar por problemas innecesarios. “La persona prudente actúa con conocimiento”, reza un antiguo adagio. Con un poco de información adicional podrás tomar una decisión acorde a tus necesidades.